Todo un clásico de BMW
BMW desarrolló, hacia la mitad de la decada de 1930, un nuevo modelo de coche deportivo que fué el centro de atención de los aficionados al motor. Este nuevo modelo, llamado BMW 328, es considerado por muchos expertos como uno de los deportivos más elegantes de todas las épocas. Los anteriores modelos 315/1 y 319/1, que habían proporcionado a BMW un puesto entre los más reputados fabricantes de automoviles, quedaron obsoletos por modelos más potentes creados por la competencia.
Desde el pequeño y poco experimentado departamento de BMW, responsable de los modelos deportivos, se diseñó el nuevo modelo. El BMW 328 montaba un motor de 80 CV que causó espectación en el segmento de automoviles de dos litros. Las primeras unidades fabricadas en 1936 se destinaron a competiciones deportivas, donde cosechó grandes triunfos internacionales, que provocaron un aplazamiento de la producción en serie, que no comenzó hasta la primavera de 1937.
En 1936 ganó la carrera Eiffelrennen, una de las más prestigiosas del momento. El 328 ganaba carreras una tras otra, pero su mayor éxito llegó en la Millie Miglia de 1940 cuando cuatro 328 especialmente carrozados llegaron el primero, el tercero, el quinto y el sexto.